Dos investigadores del Dartmouth College de Hanover (EEUU) han desarrollado un programa informático que permite determinar si una imagen se ha retocado digitalmente y en qué grado ha sido modificada.
Según escriben Hany Farid y Eric Kee en la última edición de PNAS, "las portadas de las revistas, los anuncios y los carteles publicitarios continuamente nos bombardean con modelos imposiblemente delgadas, altas y libres de arrugas y manchas", lo que a juicio de los autores crea "una especie de fantasía". Para Farid y Kee, estas imágenes idealizadas son materia de salud pública porque crean "insatisfacción con el propio cuerpo" e incluso "se han vinculado con desórdenes de la alimentación".



Los autores se apoyan en la política recientemente adoptada por la Asociación Médica de EEUU, que "desaconseja la alteración de las fotografías de un modo que pueda promover expectativas irreales sobre la imagen corporal". Según la agencia Reuters, en julio de este año la Agencia de Estándares de Publicidad de Reino Unido obligó al gigante de la cosmética L'Oreal a retirar dos anuncios en los que las imágenes de la actriz Julia Roberts y de la modelo Christy Turlington se habían modificado en grado extremo
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