Emelec no mostró la solidez y categoría de un equipo finalista y por eso
ayer, en el compromiso de ida, Deportivo Quito no tuvo que esforzarse
demasiado para llevarse la victoria 0-1 del estadio George Capwell.
Así, la aspiración eléctrica de ganar el cetro que se le escapó en el
2010 se puso cuesta arriba, porque ahora la mayor ventaja es para los
azulgranas, que el próximo sábado serán locales en el estadio Atahualpa.
A la falta de claridad del medio campo millonario, a las pocas opciones
de gol creadas, a la incapacidad para desbordar por los costados y la
imposibilidad de zafarse de la presión chulla, como factores de la
derrota, se sumó el error de Wilmer Zumba, cómplice de los quiteños en
la anotación de Fidel Martínez (29 minutos).
Además, las imprecisiones de Enner Valencia y Marcos Caicedo, como
inclusiones ‘sorpresivas’ con las que el DT Marcelo Fleitas esperaba
resolver el primer duelo, conspiraron contra el local.
Antes del gol de Martínez, los azules nunca exhibieron dominio ni vigor ofensivo.
Los azulgranas, con y sin balón, controlaron a un Emelec que no rindió
por las bandas. La falta de claridad de Caicedo y Valencia dejaron
solitario en el ataque a Nicolás Vigneri.
La suma de estas fallas y el mérito de un rival, concentrado en no
perder el orden táctico en cada una de sus líneas, permitieron a los
chullas marcar a los 29m
Martínez, quien recibió un pase desde la diestra, detuvo de primera el
balón y ejecutó un zurdazo de media distancia desde la izquierda, que
ingresó ante la complacencia de un distraido Zumba.
En los minutos siguientes, Emelec no reaccionó porque D. Quito aplicó
disciplina y solidaridad en su juego, en el que hasta el atacante
Maximiliano Bevacqua apoyó en la contención.
Ni en la segunda etapa Emelec pudo aclarar sus acciones ofensivas, pese
al intento de Fleitas por enmendar los errores con los ingresos de Ángel
Mena (por Valencia) y a Fernando Gaibor (por Caicedo).
Nada le salía a los millonarios, se evidenció en la acción de gol
anulada a Vigneri, quien ya celebraba un cabezazo que entró en el arco
de Marcelo Elizaga, pero el juez José Carpio interpretó que el charrúa
había empujado a un zaguero chulla.
Sobre el final, a los 85m Gabriel Achilier desperdició una inmejorable
situación, ya que, tras lanzarse al ataque, quedó solo ante Elizaga,
pero disparó muy desviado.
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