Yang Junsheng es un joven chino de 24 años que ha vuelto a nacer gracias a sus reflejos y a una asombrosa capacidad para la torsión abdominal cuando, en el transcurso de un accidente, cientos de barras de acero se precipitaron sobre su auto, atravesándolo de lado a lado.
El 26 de octubre pasado, en la ciudad de Taizhou, provincia de Zhejiang, su Volvo gris chocó contra el lateral de un taxi: el impacto lanzó su coche contra la parte de atrás de un camión que llevaba un pedido de barras de acero sobresaliendo de la carga.
Sorprendentemente, el conductor logró esquivar todas las barras, que convirtieron su coche en un auténtico puercoespín.
Según Yang, en el momento del choque entró en pánico porque iba a más de 60 km/h. Pero su cerebro se mantuvo claro. “Cuando me di cuenta de que el coche se estrellaba contra la camioneta cargada de barras de acero, me tiré en el asiento del pasajero lo más rápido que pude” recuerda en la web Ycwb. Tan pronto como se agachó, las barras atravesaron el coche con un golpe ensordecedor.
Cuando el coche paró, las varillas de acero estaban por encima de su cabeza a sólo unos pocos centímetros de su cara. Yang fue enviado al hospital, donde fue dado de alta con sólo un rasguño por culpa de los cristales.
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