La cantante estadounidense Madonna parece aludir al fracaso de su matrimonio con el cineasta inglés Guy Ritchie en uno de los temas de su último álbum, MDNA, que se publica el próximo 26 de marzo.
Las doce canciones que conforman ese último trabajo eminentemente tecno, más otras cuatro que se incluyen en la edición deluxe del CD, pudieron escucharse el miércoles en una sala privada de los emblemáticos estudios de Abbey Road en Londres.
Esta sesión fue precedida por una enorme expectación al haberse divulgado previamente la letra de I don’t give A (Me importa una...), una canción en la que la artista narra un día en la vida de un matrimonio infeliz y que fue asociada con su relación con Ritchie.
En ese tema, Madonna, de 54 años, incluye estrofas que parecen encerrar un mensaje velado a su ex: “Intenté ser una buena chica. Intenté ser la esposa perfecta. Me apagué y me tragué mi luz. Intenté convertirme en todo lo que tú esperabas de mí. Y si ha sido un fracaso, me importa una...”.
“Levántate, esta es tu vida, niños, tengo que hacer planes por teléfono, reunirme con la prensa, comprar un vestido, hacer todo esto para impresionar... hacer diez cosas a la vez y, si no te gusta...”, canta en otro momento de esa canción.
Madonna y Rictchie se divorciaron en el 2008 tras ocho años de relación y dos hijos en común, Rocco, de 11 años, y David Banda, de 6, a quien adoptaron en el 2006. En otra de las canciones, Gang Bang, la Reina del Pop vuelve a tocar el tema de las relaciones al hablar de “matar, con un balazo en la cabeza, a un examante”.
Otros temas son más bien melancólicos: con I fucked up, incluido en la versión deluxe, la artista entona una especie de “mea culpa”, sin cesar de repetir: “Lo siento”, mientras en Best friend lamenta el final de una amistad y la pérdida de su “mejor amigo”.
Pero además de matrimonios fallidos y relaciones que derivan en drama, la polifacética Reina del Pop incluye en esta selección otras canciones eminentemente discotequeras como Superstar o el animado B-Day Song.
Con arreglos muy cuidados, Girl gone wild, el segundo sencillo del álbum y primer tema del disco, marca desde el inicio los acordes bailables que recuerdan a su anterior trabajo, el criticado Hard candy (2008), y se alejan de las épocas más pop de la diva.
Los estribillos pegadizos se asoman además en las provocadoras letras de I’m a sinner o en la bailable y bélica Beautiful killer, que concluye con el rotundo sonido de un disparo.
Con el material discográfico MDNA también provocó reacción por el juego de palabras de esas engañosas iniciales, a medio camino entre su nombre, Madonna, y la denominación en inglés de la droga MDMA (éxtasis).
La artista, cuyo anterior disco, Hard candy (2008), pasó sin pena ni gloria, vuelve a colaborar en MDNA con el productor inglés William Orbit, con el que ya trabajó en el exitoso Ray of light (1998), del que vendió 20 millones de copias por todo el mundo, y cuenta también con el francés Martin Solveig y el DJ italiano Benny Benassi.
El pasado 5 de febrero, la cantante, actriz ocasional y también directora de cine presentó en vivo durante el intermedio del Superbowl, disputada en el Lucas Oils Stadium, de Indianápolis, el primer sencillo de su nuevo álbum, Give me all your loving.
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