
“Comencé a tener ideas de negocio a los cinco años, empecé vendiendo estiércol y me encantaba, aunque olía un poco mal”, explica el joven al diario británico Daily Mail.
Aquello le fue bien y su segunda aventura comercial consistió vender a través de eBay los productos que había comprado en una tienda de segunda mano. Para esto, el pequeño apostó por la gratuita y la creatividad de las nuevas tecnologías y creó su propia tienda virtual, donde vendía online estos objetos.
Ya saben padres incentiven y apoyen desde peques a sus hijos en sus negocios, para que un futuro sean prósperos empresarios.
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