Un predicador marroquí proclamó una fatwa, edicto islámico, en
la que autoriza a la mujer soltera a masturbarse, y le recomienda que lo haga
utilizando zanahorias, botellas o incluso el mango de un mortero, publicó BBC.
Lo que podría haber quedado en
una anécdota se convirtió en un asunto de mayor importancia por la controversia
que generó en el país norteafricano. Tanto es así, que el tema llegó hasta el
Parlamento marroquí.
Abdelbari Zamzami, un polémico
predicador de ese país, emitió hace unos días la fatwa de la discordia, un
pronunciamiento legal en el que da vía libre a la masturbación femenina y
aporta consejos sobre qué elementos utilizar para practicarla.
Según el predicador, su
intención es impedir que la mujer “caiga en el pecado”, para evitar tentaciones
que se puedan dar fuera del marco del matrimonio. Zamzami aclaró además que la
fatwa “no es de obligado cumplimiento, porque se dirige sólo a la persona que
lo necesita”.
En este punto, precisó que el
edicto religioso está destinado de forma especial a las mujeres que tienen
“impedimentos” para casarse.
Pero, aun sin quererlo, Zamzami
reabrió el debate sobre cómo se emiten las fatwas y el alcance o influencia que
pueden llegar a tener entre los fieles musulmanes.
No es la primera vez que
Zamzami genera revuelo con sus edictos. En su anterior fatwa, Zamzami
autorizaba a los hombres a practicar la necrofilia, siempre que lo hicieran con
sus esposas “recién muertas”.
Discusión en el Parlamento
“Esta fatwa no es de obligado
cumplimiento, porque se dirige sólo a la persona que lo necesita”
Abdelbari Zamzami, predicador
marroquí
El ministro de Asuntos
Islámicos marroquí, Ahmed Taufiq, tuvo que intervenir en el Parlamento para
aclarar que la fatwa de Zamzami no deja de ser una “opinión personal”, después
de que un diputado lo interpelase.
Según explica Ahmad S. Dallal,
profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Georgetown,
Estados Unidos, “la fatwa (o fetua) es un pronunciamiento legal en el Islam,
emitido por un especialista en ley religiosa (muftí) sobre una cuestión
específica que afecta a un grupo o comunidad musulmana”.
Dallal considera que
actualmente “la fatwa debe ser vista como un mecanismo de gestión y
comunicación de información”.
Pero lo cierto es que el
pronunciamiento de Zamzami desató numerosas críticas y comentarios de
indignación en las redes sociales y tampoco faltaron las caricaturas publicadas
sobre la cuestión.
Mohamed Fizazi, jeque de
tendencia salafista, dijo por su parte que “esta fatwa es una locura, y supone
un menosprecio por la sacralidad de la fatwas. Podría haber emitido su fatwa en
privado a una mujer, sin necesidad de hacerla pública; así, se ha puesto en
ridículo”.
La reacción del protagonista
ante el aluvión de críticas fue de sorpresa: Zamzami subrayó que no es el
primer estudioso musulmán que diserta sobre la masturbación.
Otras referencias
No es habitual encontrar
referencias a la masturbación en los escritos islámicos. Los estudiosos afirman
que en algunos dichos del Profeta Mahoma se puede leer alguna mención a “la
costumbre secreta”, en referencia a la masturbación masculina.
El sheij sunnita Yusuf al
Qaradhaiw habló en años recientes sobre la masturbación femenina, la cual,
aseguró, “es más arriesgada que la masturbación masculina. La masturbación en
el hombre no es tan arriesgada”.
Al Qaradhaiw se refería a las
consecuencias que puede tener la masturbación sobre el honor de la mujer, si
por ejemplo ello hace que se ponga en duda su virginidad al momento de casarse.
Queda por ver el impacto real
que las recomendaciones de Abdelbari Zamzami tiene sobre sus destinatarias, las
mujeres.
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