Una mujer de 50 años ha estado a punto de morir degollada por su marido en España. Evitó el peor final al hacerse la muerta tras recibir una decena de cuchilladas, el mismo día que cumplían 32 años de casados. El presunto agresor, que se entregó después en comisaría, ha sido enviado a prisión por el juez, informa abc.es.
El suceso tuvo lugar a primera hora del pasado 12 de abril. La víctima, Carmen (nombre ficticio), se encontraba en trámites de separación y viviendo en casa de su madre. Sobre las seis de la mañana, regresaba de trabajar cuando, al salir del ascensor, su esposo la sorprendió violentamente.
La agarró por el cuello y le asestó varias puñaladas con un cuchillo de cocina: en el cuello, la cabeza y los dedos, donde presentaba heridas de defensa. La mujer, desesperada, le pedía a gritos: «¡No, por favor!», a lo que el agresor contestaba: «¡Ni por favor ni nada!».
En un momento dado, la luz del descansillo se apagó. Entonces, el hombre siguió dando cuchilladas a ciegas, momento en que Carmen decidió hacerse la muerta, para que la dejara en paz. Y así fue. El presunto homicida, creyendo que había acabado con ella, se fue directo a la comisaría de Parla.
Carmen, indefensa, sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta del domicilio de su madre. Se tumbó en un sofá y, entonces, se percató de que la hoja del cuchillo se le había quedado enganchada en el abrigo, a la altura de la espalda.
La mujer avisó a su madre, quien entró en «shock» al ver el estado en que se encontraba Carmen, que fue ingresada en la UCI, donde permaneció dos días, y después otros dos en planta, hasta que le dieron el alta.
El agresor, que responde a las iniciales, G. D. F. O., de 50 años y también español, se personó se entregó esa misma mañana, lleno de sangre: «He matado a mi mujer». Ese día, hacía 32 años que se habían casado.
El juez ordenó el ingreso en prisión sin fianza del sospechoso, acusado de homicidio intentado.
0 comentarios:
Publicar un comentario